Iluminación de la casa

Antes de disponerse a pintar es indispensable tener claro qué tipo de iluminación queremos para nuestro hogar. Así sabremos qué colores vendrán mejor para cada habitación.

El sistema idóneo de iluminación es aquel que nos proporciona una potencia de luz que nos permita hacer nuestras labores sin que nos escandile, moleste y no tengamos que forzar demasiado la vista en la tarea.

Previamente a las reformas de tu casa debes planificar todo el sistema de iluminación de la casa:

  • Enchufes
  • Llaves de la luz
  • Lámparas
  • Cableado
  • Contadores
  • Potenciadores
  • Etc

Conociendo estos sistemas lumínicos se evitarán futuras reformas para incluir más cables o accesorios eléctricos.

Los sistemas de iluminación de las casas u oficinas se componen de cuatro tipos diferentes:

  • Puntual: se utiliza para iluminar una zona en concreto. Normalmente son luces muy potentes que deslumbran por lo que es conveniente taparla con algún tipo de filtro o pantalla intentando que el foco de la luz no proyecte sombras sobre el campo donde trabajamos. Lo recomendable es colocar estos focos en lugares altos para evitar estas sombras.
  • Iluminación total: sirve para iluminar toda la habitación por un punto de luz que, normalmente, está colgado del techo. Si se refleja en un espejo, una pared o techos blancos refuerza la luz proporcionada por la lámpara.
  • Luz de exposición o acentual: como su propio nombre indica sirven para enfocar un objeto o elemento en cuestión. Básicamente son las que se utilizan en exposiciones o presentaciones.
  • Luz decorativa: a través de filtros o cristales estas luces sirven de decoración para la casa. Con filtros de colores, por ejemplo, puedes conseguir efectos muy bonitos para crear un ambiente más relajado o chill out en tu hogar o bien para una fiesta.

Comienza pensando para qué vas a utilizar cada una de las estancias. No es lo mismo la luz que podamos poner en el baño que la que tengamos en la oficina, el dormitorio o el comedor.

Para el caso de las iluminaciones puntuales lo mejor son las lámparas de mesa o de pie con pantallas que puedan enviar la luz hacia el suelo.

Ten en cuenta que, para cada metro cuadrado, se necesitan unos 20 vatios de luz.

Luces en diferentes ambientes

Si quieres que tu habitación parezca más amplia utiliza lámparas de techo que vayan dirigidas a las paredes. Intenta que la cantidad de luz sea uniforme en toda la pared. Si la pared es de color claro la intensidad de luz será mayor.

Si eres de los que usan los tubos fluorescentes por su durabilidad y menor consumo utilízalos para estancias donde es necesaria este tipo de luz. Utiliza estos tubos en áreas como la cocina o en zonas de trabajo concretas.

En el caso de las escaleras y vestíbulos asegúrate de que la zona quede bien iluminada para evitar accidentes por poca visibilidad y para darle un aspecto acogedor.

Dentro de los dormitorios podemos jugar con varios tipos de iluminación. Instala una luz más general para ver correctamente cuando te vistas, te maquilles o hagas cualquier tarea que necesite luz en tu dormitorio. En los lados de la cama, sobre todo si es de matrimonio, instala dos mesitas de noche con lámparas que estén lo suficientemente altas para proyectar su luz sobre el libro. Normalmente estas lámparas tienen una potencia lumínica menor para no molestar a la vista.

 

Instalación de los enchufes e interruptores

¿Cómo quieres distribuir las habitaciones? Una vez que lo sepas deberás pensar dónde colocar los interruptores que necesitarás para conectar los distintos aparatos eléctricos como la televisión, una lámpara extra, el ordenador, la nevera, la lavadora…

Para el caso de los interruptores de la luz lo ideal es tenerlos siempre al lado de la puerta y al alcance de la mano para apagar y encender la luz con total comodidad.

Aunque antiguamente no se hacía, ahora también se instalan interruptores secundarios al lado de la cama en los dormitorios. Básicamente para no tener que levantarnos una vez vayamos a dormir.